Hummm... la luz de la mañana que entra por las contraventanas mal cerradas empieza a molestar.
Aunque ya estoy bien despierta me apetece remolonear un poquito más. Percibo tu olor. Me gusta. Estiro el brazo para alcanzarte. Estás ahí. Te beso la nuca y te susurro:
"Buenos días"
Me contestas.
Sé que no necesito nada más para ser feliz que estar junto a tí.
"¿Sabes? Creo que me estoy enamorando".
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