martes, 14 de diciembre de 2010

Nunca dejes de volar

Es casi imposible atravesar la vida sin que un trabajo salga mal, sin que una amistad cause decepción, sin padecer algún quebranto de salud, sin que un amor nos abandone, sin que nadie de la familia fallezca, sin equivocarse en un negocio.
Ese es el precio de la vida.
Sin embargo lo importante no es lo que suceda, sino cómo se reacciona.
Si te pones a coleccionar heridas eternamente sangrantes, vivirás como un pájaro herido incapaz de volver a volar.

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